El pasado 4 de abril ya no hubo más demoras. Tras dos
anuncios fallidos los días 14 y 21 de marzo, las máquinas y operarios destruyeron
el cerramiento que existía entre las calles Osa Mayor y Osa Menor. Junto a ello
desmontaron, ante la atónita mirada de los vecinos, la cancela de entrada a la
Urbanización.
“Nos sentimos desamparados
por la Ley. Estamos profundamente frustrados”, analizó un parcelista, cuyas
palabras fueron secundadas por otro de sus vecinos: “Lo que está ocurriendo en ‘La Celada’ solo puede calificarse de despropósito.
¡Cuánta impunidad!”.
Desde la Comunidad Propietarios recibieron con perplejidad
la demolición. Cabe recordar que ambas medidas de seguridad no respondían a un
capricho del vecindario, sino que suponían unas de las pocas herramientas que
poseían las personas que allí viven para garantizar su integridad, la de sus
familias y la de sus viviendas. Especialmente, en los últimos tiempos, cuando
'La Celada' se ha visto atacada por una oleada de robos y ocupaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario